19/2/13

~Seduciendo a mi profesor~

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Perdón por la tardanza QAQ pero es que estuve algo ocupada y en esos días de no querer escribir XD
y como en el capi anterior este y los que vendrán le van dedicados a Mabe-chan *w*
Espero les guste ;)


Tema: ~Seduciendo a mi profesor~
Extensión: Serial
Parejas: Takachii/Inoodai/Yamajima
Autora: Akari-chan


Capítulo 5

Entré al salón con el rostro demasiado rojo y con mi corazón palpitando aceleradamente por lo que acababa de ocurrir, cada día me era más difícil estar a su lado, lo amo y él dice que me ama, pero aún así, tengo miedo de que solo sea un capricho y termine abandonándome, respiré profundo y me concentré en la siguiente clase, tenía que estar ya calmado antes de ir a encontrarme con Inoo-san, me ponía nervioso de tan solo pensar en eso, pero por otro lado, también me emocionaba mucho.


Me sentía feliz de que mi plan estuviera funcionando, estaba seguro de que pronto caería y volveríamos a estar como antes, extrañaba tanto sus cálidos besos y esas suaves caricias que me daba, volvería a ser mío.

- Takaki-sensei – dije con voz melosa -  no entiendo muy bien esta parte, ¿me la podrías explicar? – acercándome hasta el costado derecho de su escritorio, apoyando mis codos sobre este -.

¿Qué es? – Noté cierto nerviosismo en su voz y en sus movimientos, así que aprovechando que mis compañeros estaban concentrados en su lectura y que por delante del escritorio no se podía ver nada, llevé una de mis manos a su entrepierna acariciándola suavemente -.

- Está dura – susurré, acariciando con más intensidad, mientras que tú tratabas de mantener la compostura, eso me hizo feliz, pero para mi desgracia sonó el timbre que indicaba la hora del almuerzo y eso hizo que te levantaras rápido y salieras del salón sin ni siquiera despedirse, pero algo me llamó la atención y eran un par de libros en el escritorio que olvidaste, esto me daba una maravillosa idea -.


Salí corriendo con dificultad de aquel lugar debido a cierto bulto que se hallaba dentro de mis pantalones, llegué rápidamente a mi oficina, bajo la mirada preocupada de Inoo, que de seguro al terminar las clases vendría a hablar conmigo. Pero por el momento tenía que concentrarme en aliviar esto´-.


Llegué a la sala de maestros con los dos libros entre mis brazos, pero me sentía perdido ya que no sabía cuál era la oficina de Takaki, así que opté por preguntar.

- Disculpe – dije al ver a uno de los maestros que caminaba por el pasillo – ¿me podrías decir dónde queda la oficina de Takaki-sensei?

- Claro, es la sexta puerta del lado izquierdo.

- Muchas gracias – sonreí al mismo tiempo que hacia una reverencia, siguiendo seguidamente por el camino -.


- ¿Quién era él? – Escuché la voz de cierta personita que estaba justo detrás de mí -.

- Solo era un estudiante preguntando por la oficina de Takaki – sonreí -.

- Es muy lindo – decías con tono molesto -.

- Ahora que me lo dices tienes razón – sonreí tomándote de la mano y entrando a mi oficina te abracé dulcemente -  ¿Acaso estás celoso?

- ¿Por qué tendría que estar celoso? – desviando la mirada con un leve sonrojo en tus mejillas -.

- Porque siempre te pones así cuando hay un chico lindo cerca de mí.

- No es cierto – haciendo un lindo puchero, aún evitando mirarme -.

- Dai, para mí no hay nadie más lindo y tierno que tú – me miraste sorprendido – no puedo ver a otra persona de la misma manera que te veo a ti – besando tus labios dulcemente, siendo correspondido de inmediato – Te amo – susurré en tu oído -.

- ¿Lo dices en serio? – dijiste con voz suave -.

- Muy en serio – mirándote fijamente a los ojos, de alguna manera quería transmitirte mis más sinceros sentimientos hacía ti -.

- Tengo miedo de que después te aburras de mí y me abandones – comenzando a salir finas lágrimas de tus ojos -.

- ¿Esa es la razón por la cual no me aceptas? – Asentiste, mientras que yo limpiaba tus lágrimas con un pañuelo – no te preocupes, yo nunca te abandonaré, si lo hiciera ya mi vida no tendría sentido al no tenerte – besando tu frente – quiero saber tu respuesta – acariciando tu mejilla -.

- Inoo yo… - y de repente sentí sus labios sobre los míos -.


Me sentía feliz al tenerlo tan cerca y al escuchar esas hermosas palabras, ya no podía aguantar más así que sin más, lo besé como nunca antes me había permitido hacerlo, estaba dispuesto a darte una oportunidad.

- No me esperaba ese tipo de respuesta – sonreíste torpemente -.

- Te amo Inoo – por fin había dicho esas palabras que hace mucho quería decirte, ya no sentía miedo de entregarme completamente a ti -.

- Y yo a ti – volviéndome a besar – entonces, ¿novios? – Asentí alegremente, abrazándote fuertemente, necesitaba tanto estar así de cerca a ti – Muy bien mi querido novio es hora de estudiar, ya hemos perdido mucho tiempo y pronto la hora del almuerzo se acabará.

- ¿Es necesario? – dije con fastidio -.

- Claro que es necesario, no porque seas mi novio quiere decir que dejaré de ser estricto contigo y menos en algo tan importante como el mantener tu beca – acariciando mis cabellos -.

- Tienes razón – dije resignado -.

- Pero te invito a cenar esta noche, para compensarte – besando mi mejilla, al mismo tiempo que yo asentía, sentándonos en el escritorio para comenzar con la tutoría, me agradaba que Inoo fuera tan responsable -.


Abrí la puerta lentamente encontrándome con una escena bastante excitante para mí, tenías los ojos cerrados, los pantalones junto con el bóxer a la altura de las rodillas, autocomplaciéndote y lo que más me agradó fue que mientras hacías eso, gemías mi nombre, definitivamente mi plan estaba funcionando.

- Takaki-sensei ¿necesitas que te ayude? – dije con malicia, viendo como me mirabas entre sorprendido y asustado, acercándome lentamente hacia ti -.


CONTINUARÁ…


Muchas Gracias >w<

13/2/13

~Animal Magic~


Holaaaaaaaaaaaaaaaaaa
por fin después de batallar nuevamente con mi cabecita de que poner y de que no poner me resultó esto XD
me salió un poco más largo de lo normal, pero estoy feliz con el resultado y espero que te guste Hitomi 
sé que te debo el oneshot Inoobu, pero por el momento quiero concentrarme en el serial así que en cuanto pueda lo escribiré
espero les guste y gracias por sus lindos comentarios 




Tema: ~Animal Magic~
Extensión: Twoshot
Parejas: Inoodai
Autora: Akari-chan


PARTE II


Después de ese día, comenzamos a vernos más seguido y amablemente te ofreciste a preparar mi almuerzo todos los días, al principio me negué pero es que tu comida era tan deliciosa que terminé por aceptarlo, cada vez me agradaba más estar a tu lado y me sentía ansioso cada vez que no podía verte, esto se estaba convirtiendo en algo más que una amistad y que él me correspondía de igual manera, de eso estaba seguro.

- Inoo-chan, ¿irás a verme en la obra de mañana? – Me decías con esa hermosa sonrisa que te caracterizaba – acuérdate que me prometiste que irías.

- Claro que no se me ha olvidado – sonreí – ¿esta vez que papel tendrás? – acariciando tus cabellos suavemente -.

- Seré una estudiante de secundaria, llevaré un hermoso uniforme – te sonrojaste, me encantaba ver esa hermosa parte de ti – aunque la falda es algo corta, pero por lo menos cubre lo suficiente – tomando de su jugo -.

- A veces pienso que tus compañeros del club de teatro son unos pervertidos – me sentía enojado, siempre te hacían vestir de manera provocativa, detestaba que otra gente te mirara así vestido -.

- Pero a mí me gusta, además me dan nota extra en la clase de Historia y en la de Literatura – sonreíste terminando tu almuerzo – pero si quieres que me retire pues no hay problema, mañana al terminar la obra les diré que me retiro, igual ya me estaba cansando.

- Gracias, esto me dejará más tranquilo – y por impulso besé tu mejilla, tú solo te sonrojaste y asentiste, sonó el timbre y fuimos a nuestros respectivos salones, mañana después de la obra le confesaría mis sentimientos -.


Lo que me decía Inoo-chan era cierto, de hecho ya me estaba cansando del acoso de mis compañeros, siempre me toqueteaban con la disculpa de que fue sin querer, pero no quería abandonarlo sin antes cumplir con las obras pendientes y esta era la última, ya me estaba acomodando la peluca, no podía negar que me veía muy bien, de seguro a Inoo-chan le encantaría.


Me estaba formando para poder entrar al teatro, tenía tantas ganas de verte, además esta era la primera vez que te vería actuar, no pude hacerlo antes porque tenía algunos compromisos de la escuela, así que el día después de cada obra a la que no asistía, te presentabas ante mí con el traje que habías utilizado, era una visión realmente hermosa solo para mí y así quería que fuera siempre.
La gente comenzó a moverse entrando ordenadamente al lugar, por fortuna tuve lugar en los asientos de la tercera fila, aquí podría ver todo con mayor comodidad; de repente se apagaron las luces y dio inicio la obra, no actuabas tan bien que digamos pero se veía mucho el empeño que dabas, aunque si te veías realmente hermoso con ese traje. Al terminar la obra, esperé un poco a que se desocupara el lugar para luego ir a buscarte en el camerino.


- Por favor déjenme ir – decía con temor, uno de mis compañeros me estaba manoseando al mismo tiempo que besaba mi cuello, mientras que los demás solo miraban, sin intención de ayudarme, tal parecía que disfrutaban de verme en esa situación -.

- No te hagas el difícil, esto es solo una fiesta de despedida – decía uno de ellos, que se acercaba e intentaba besarme, pero antes de que sucediera, le escupí en su cara no permitiría que mi primer beso fuera con alguno de ellos y no podía permitir que hicieran lo que tenían pensado, pero no tenía las suficientes fuerzas para apartarlos – así que no quieres besos – sonriendo con malicia – entonces no te besaremos, pero si disfrutaremos mucho de tu cuerpo.

Solo podía sentir asco ante todo lo que me hacían, era una sensación horrible y tenía miedo, miedo de que Inoo me despreciara, lo único que podía hacer era llorar y gritar por ayuda.


Ya estaba muy cerca de los camerinos, cuando escuché una voz bastante familiar para mí suplicando por ayuda, así que corrí rápidamente hacia aquel lugar y me encontré con una escena bastante desagradable, estaba Daiki semi desnudo siendo tocado por esos infelices, mientras desgarradoras lágrimas salían de sus ojos; sentí tanta furia que no dudé en golpear a aquellos dos tipos y tomar a Daiki entre mis brazos, quién se desmayó enseguida.

- Llegó el estúpido príncipe a salvar a la linda princesa, que es toda una cualquiera – se burlaba uno de ellos -.

- ¡NO LE HABLES ASÍ! – grité –.

- Pero si es la verdad, él siempre con su carita de inocente y ese cuerpo tentador pidiendo ser tomado, provocándonos a cada momento ¿acaso tú no tienes ganas de hacerle lo mismo? – dijo burlonamente, eso me hacía enojar más, amaba a Daiki y lo que menos quería en este mundo era que personas como estas lo dañaran, estaba dispuesto a levantarme para darles su merecido, pero la ayuda llegó.

- ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ? – preguntó al llegar uno de los maestros, que venía con dos más -.

- Ellos intentaban violarlo – dije abrazando protectoramente a Daiki -.

- Llévalo al hospital, yo me encargaré de ellos – asentí y cubriendo a mí amado con el saco que llevaba, lo cargué en brazos y salí del lugar -.

Lo llevé a mi apartamento, pensé que ese sería un mejor lugar en donde él pudiera descansar y además nadie nos molestaría ya que vivía solo. Lo recosté suavemente sobre mi cama, le acaricié la cabeza, dormía plácidamente, eso me tranquilizaba, fui a mi armario para buscar una pijama que pudiera prestarle, escogí una que llevaba tiempo de no utilizar, me acerqué nuevamente a la cama y comencé a desvestirlo, no pude evitar sonrojarme al ver su cuerpo, en verdad era demasiado antojable y hermoso como decían esos chicos, pero yo no era un monstruo como ellos, no sería capaz de hacerle eso a alguien tan indefenso; acaricio suavemente cada parte lastimada, me duele verte así, esos malditos me la pagarían muy caro; te puse la pijama con cuidado de no despertarte, besé tu frente y me fui a dormir al sofá que estaba en la sala.

Al día siguiente me levanté muy temprano, fui a mi habitación y vi que todavía estabas dormido, no quise molestarte y cerré la puerta nuevamente con cuidado. Me dirigí al cuarto en donde se encontraba el piano, me senté en el banquito frente a este y comencé a tocar.


Un agradable sonido me hizo despertar y al notar que estaba en un lugar desconocido me asusté demasiado, pero me tranquilicé al ver una foto que hace unos días nos habíamos tomado juntos, eso indicaba que aquella era su habitación. Me acordé de lo que había sucedido la noche anterior, sentía escalofríos de tan solo pensar en ello y unas enormes ganas de llorar se apoderaron de mis ojos, pero ya todo había pasado, Inoo-chan me había salvado y debía de estar agradecido por ello, así que me limpié las lágrimas y vi que traía una pijama puesta, me sonrojé al pensar que él me había visto desnudo, pero si era él no había problema alguno. Me levanté del suelo y salí de la habitación, siguiendo la melodía.


Inoo se dedicó solamente a tocar el piano, pero en ningún momento dejó de pensar en lo sucedido con Daiki, su sonrisa era tan hermosa, su mirada tan hipnotizante y sus manos tan suaves, no podía entender como alguien tan bello tenía que sufrir de esa manera; estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando se abrió la puerta y por ella entraba aquel que ocupaba sus pensamientos, sentándose en uno de los muebles del cuarto, disfrutando de la melodía; al terminar la canción, el menor aplaudió, haciendo que Inoo se exaltara un poco, pero al ver de quien se trataba sonrió aliviado.


- ¿Hace cuánto estás aquí? – pregunté -.

- Llegué hace unos minutos – dijo sonriente, al mismo tiempo que se levantaba y se acercaba a mí, la pijama que le presté le quedaba algo grande, lo hacía lucir tan infantil y a la vez tan hermoso – me gustó la canción, pero me gustaría más escucharla completa, ¿podrías tocarla nuevamente? – sonreíste, me alegraba tanto de que no estuvieras deprimido-.

- Cla…claro – acomodándome nuevamente en la silla, mientras que tú me mirabas con cierta ternura, eso me ponía aún más nervioso, le amaba y estaba dispuesto a demostrárselo -.

- ¿Puedo sentarme a tu lado? – Noté un leve sonrojo en tus mejillas haciéndote lucir más adorable, yo solo asentí, corriéndome un poco para dejarte espacio, te sentaste y de una vez comencé a tocar -.
El ambiente se hizo mucho más agradable, el sentirte tan cerca me hacía sentir muy bien y de vez en cuando te  miraba, tenías los ojos cerrados concentrándote solamente en la melodía, eso me hacía feliz. Al terminar la canción suspiré profundamente y luego mirarte, abriste lentamente los ojos para seguidamente dedicarme una hermosa sonrisa.

- Es una hermosa canción, no la había escuchado antes.

- La compuse para ti – me miraste asombrado, con un leve sonrojo en tus mejillas -.

- ¿Para mí? – sonreíste animadamente –.

- Sí, para ti ¿sabes por qué? – Negando con la cabeza – porque te amo desde el primer día en que te vi.


Estaba tan sorprendido que no podía articular palabra alguna, era él quién me confesaba su amor y no yo, como pensaba que sucedería, sin pensarlo me abalancé hacía sus brazos y lo besé, la sensación de sus labios era mucho mejor de lo que imaginaba, estaba tan feliz de que mi primer beso fuera con él y no con esa gente que no valía la pena recordar.


Ese beso fue bastante sorpresivo para mí, pero correspondí con gusto,  sus besos eran algo torpes, pero me encantaban, ya luego le enseñaría con más detalle. Nos separamos de aquel dulce beso y nos abrazamos fuertemente, necesitábamos sentirnos cerca el uno del otro.

- Te amo Inoo-chan – me susurraste al oído yo solo te seguí abrazando y nos quedamos así por un buen rato -.

- Y yo a ti – volvimos a besarnos con más intensidad, comenzando a acariciarnos mutuamente, pero después de recordar lo sucedido anoche te solté, no quería hacerte daño – Dai-chan no podemos, no por ahora.

- Inoo-chan hazme el amor – susurraste muy cerca de mi oreja, para seguidamente morder el lóbulo de este, haciéndome estremecer -.

- ¿Estás seguro Dai? – acariciando tu mejilla -.

- Sí, hazme olvidar ese horrible momento por favor – yo solo me dejé llevar por ese bello momento y me apoderé de tus labios en un lujurioso beso y de repente algo que había olvidado se me cruzó por la cabeza -.

- Vamos a mi cuarto, hay algo que quiero darte - me miraste confundido, yo solo sonreí y nos dirigimos hacia allá, al entrar fui directo a mi armario sacando una caja y un vestido bastante familiar para los dos -.

- ¿Cómo es que lo tienes? – me mirabas asombrado, tomando el vestido -.

- Se lo compré al profesor encargado del club de teatro – sonreí – tu eres el único que puedes lucir tan bien ese hermoso vestido – acercándome nuevamente hacía ti, uniendo mi frente con la tuya – póntelo - dándote un corto beso – te esperaré aquí, ponte guapo.

- ¿No querrás decir guapa?

- No, porque debajo de ese vestido hay un hombre que desea que lo haga mío – sonreí de manera traviesa – sonreíste y fuiste directo al baño, creo que habías generado en mí cierto fetiche-.


Entré al cuarto de baño y de una vez comencé a desvestirme y ya que estaba ahí aproveche para darme una ducha rápida, quería de cierto modo borrar todo rastro de lo sucedido la noche anterior, al estar ya limpio, me sequé, me puse el vestido, las zapatillas y también arreglé un poco mi cabello, poniendo un lindo adorno a un lado de este.

- ¿Cómo me veo? – pregunté al salir del baño, tu mirada era una llena de satisfacción -.

- Estás mucho más hermoso que aquella vez – me sonrojé ante tus palabras – la otra vez me veía mejor – haciendo puchero -.

- Ahora es diferente porque solo yo te veo – tomándome de la cintura acercándome más a su cuerpo – solo quiero que te vistas así para mí – dijiste seductoramente -.

- Entonces, estoy a tu disposición mi príncipe – y sin esperar más te besé -.

Mientras nos besábamos, a pasos torpes y lentos llegamos hasta tu cama, te acostaste sobre ella y yo me puse sobre ti, acomodando mis piernas a lado y lado de tus caderas, podía sentir como ese bulto que sobresalía por debajo de tus pantalones rozaba con mi miembro ya despierto, me deslicé hasta dejar mi rostro frente a aquel bulto y succionar un poco por encima de la tela, abrí cuidadosamente el cierre del pantalón y lo bajé junto con tu ropa interior; se me hacía agua la boca al ver ese miembro perfectamente erecto frente a mí y sin dudarlo lo adentré en mi boca, tenía un sabor amargo, pero aún así me gustaba, succionaba con rapidez y cada vez que llegaba al glande le daba una leve mordida, al parecer eso te encantaba ya que gemías sin parar y podía sentir como enredabas tus dedos entre mis cabellos, era una sensación maravillosa.

- Da…dai para – dijiste de repente con la voz entrecortada, mientras te sentabas sobre el borde de la cama, así que de inmediato dejé lo que hacía para mirarte -.

- ¿Hice algo mal? – pregunté con preocupación -.

- Lo haces muy bien, es solo que quiero correrme en otro lado – mi cuerpo se estremeció al escuchar esas palabras, yo también deseaba que fuera de esa manera -.

Volvimos a besarnos pero con más deseo, metías las manos por debajo de la falda del vestido acariciando mis piernas, eso me hacía enloquecer y más cuando rozabas mi entrepierna a la cual no demoraste en comenzar a masturbar, con mis manos que estaban libres comencé a desbotonar tu camisa y al tener descubiertas tus duras tetillas, las estiraba un poco haciéndote gemir entre besos, bajaste tu rostro hasta mi cuello, succionando cada parte de este, de seguro dejarías marcas bastante visibles, pero me hacía feliz el saber que te pertenecía.

- Ponte en cuatro – me dijiste al momento que separabas tus labios de mi cuello -.
Te di un fugaz beso y me dispuse a obedecer tu petición, estaba realmente excitado pero aún así no dejaba de sentir algo de miedo al saber lo que vendría a continuación. Me quitaste por completo el vestido, besando, apretando y mordiendo suevamente mis glúteos, me temblaban las piernas debido al placer que sentía y mucho más al momento en que introducías tu lengua en mi entrada, se sentía bastante raro y aún así no dejaba de gemir mientras empuñaba mis manos sobre las sábanas.

- Inoo…chan por favor – casi ni podía hablar debido a excitación, todo esto me estaba volviendo loco -.

- ¿Quieres que entre ya? – Ladeé un poco mi rostro para poder verte y asentir – va a doler ¿estás seguro?

- Sí, podré soportarlo – me sonreíste dulcemente y enseguida empezaste a penetrar mi entrada poco a poco hasta llegar a estar completamente dentro, era un dolor insoportable, así que mis lágrimas no demoraron en salir, pero tenía que ser fuerte, no quería que Inoo se sintiera mal y se arrepintiera de lo que hacíamos -.


Me preocupé al ver como sus lágrimas recorrían su bello rostro, me odiaba en ese momento por causarle tal sufrimiento, quería salirme de su interior pero él no me lo permitía, así que lo único que podía hacer por el momento era acariciar sus muslos y con mi otra mano masturbar su pene, para que pudiera distraerse del dolor que le causaba mi intromisión; luego de unos cuantos minutos comenzaste a mover lentamente tus caderas en señal de que ya estabas listo.

Comencé a embestirte lentamente para que te acostumbraras un poco mejor y estaba dando resultado ya que a cada embestida que recibías suplicabas por más, así que sin más preocupaciones comencé a disfrutar sin medida alguna del placer que me provocaba estar dentro de ti; tu cuerpo era un manjar que solo yo tenía el derecho de probar y disfrutar, salí de tu interior para ponerte boca arriba, te besé y volví a penetrarte de una sola estocada; nos besábamos como si fuera el último beso que nos fuéramos a dar, tan anhelante y dulce, quería demostrarte lo mucho que te amaba y lo importante que eras para mi, en ese momento solo estábamos nosotros dos y lo que más queríamos era estar así tan enamorados el uno del otro, compartiendo cada cosa y cada momento que nos daba nuestra existencia. Soltaste un fuerte jadeo al momento de venirte, yo no estaba muy lejos de llegar y dando un par de embestidas más lo hice en tu interior.

Salí cuidadosamente, para luego acomodar mi cabeza en tu pecho que estaba húmedo por el sudor, nuestras respiraciones eran agitadas y desde mi posición podía escuchar los fuertes latidos de tu corazón.

- Inoo-chan, gracias por protegerme y por estar siempre ahí cuando más te necesito -.

- Siempre te protegeré – dije con decisión – no permitiré que te vuelvan a lastimar – me acomodé a tu lado, abrazándote y besando tu mejilla, tú solo sonreíste abrazándome de vuelta, no nos dimos cuenta de en qué momento nos quedamos dormidos, y ya era tarde para ir a la escuela, así que aprovecharíamos ese día para estar juntos en ese bello mundo que había sido formado por los dos -.  


FIN

9/2/13

~Seduciendo a mi profesor~

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Por fin les traigo el cuarto capítulo de este hermoso fic :'D
estoy tan feliz de ver como me está quedando y de saber que les agrada
este capi se lo dedico a Mabe-chan, espero te guste :)



Tema: ~Seduciendo a mi profesor~
Extensión: Serial
Parejas: Takachii/Inoodai/Yamajima
Autora: Akari-chan


Capítulo 4

Después de pasar una noche larga y tortuosa, inundada de recuerdos y sin saber cómo enfrentar aquella situación, Takaki no pudo pegar el ojo en ningún momento, sentía que la cabeza le explotaría, llegó a su oficina para tomar lo que necesitaba para las clases de ese día, presentía que ese día sería bastante agitado.

Inoo iba camino al salón de clase, se había despertado bastante alegre y la razón era que por fin vería de nuevo a aquella persona que tanto ama. Entró al salón y ahí estaba, con su resplandeciente sonrisa mirando hacía la ventana, esa expresión tan inocente le hacía latir fuerte el corazón, lo amaba desde el primer momento en que lo vio, saludó a sus alumnos y comenzaron inmediatamente con la clase, en la cual de vez en cuando dirigía su mirada hacia donde estaba el menor.


FLASH BACK

En ese tiempo estaba haciendo mis prácticas en el Instituto, no quería hacerlas ahí pero mi padre que a la vez es el Rector de aquel lugar, me insistió tanto que no pude negarme, caminaba sin prisa, había tenido un día bastante agotador y lo que más necesitaba era un descanso, salí a pasear un rato por dentro del lugar, los pasillos estaban vacíos  era obvio porque todos estaban en clase. Excepto alguien que parecía no era de este lugar, me acerqué sigilosamente hacia él, para preguntarle que hacía.

- ¿Te puedo ayudar en algo? – le pregunté amablemente, era un chico de secundaria y  realmente hermoso -.

- Si – suspirando aliviado – vengo a averiguar cuáles son los requisitos para conseguir una beca para estudiar acá – sonreíste dulcemente -.

- Claro que puedo ayudarte con eso – sonreí – vamos a hablar con el Rector – asentiste con mucho entusiasmo y fuimos a la oficina de mi padre -.

FIN DEL FLASH BACK



Después de eso me convertí en su tutor personal y en la persona que se encargaría de cubrir con todos los gastos de sus estudios, en verdad no esperaba nada a cambio por eso y eso Daiki lo sabía muy bien, la única condición para que la mantuviera era que tenía que ser el mejor del Instituto y en eso no había fallado,  lo amé desde el primer sonrisa, a pesar de ser un chico que aparenta ser dulce, también es decidido y a veces malgeniado, pero eso me encantaba.

- Arioka-san – dije al terminar la clase - ¿puedes venir conmigo un momento? Necesito hablar contigo – de seguro sabías para que era, así que sin decirme nada me seguiste hasta entrar a uno de los salones vacíos -.

- ¡Dai-chan te extrañe mucho! – Dije de una vez al entrar, al mismo tiempo que te abrazaba fuertemente – me hacía tanta falta estar así contigo – apretándote más contra mi cuerpo -.

- Inoo-san me asfixias – dijiste con dificultad, así que te solté un poco, pero sin dejar de tenerte entre mis brazos -.

- Te fuiste de vacaciones con tu familia y ni siquiera me llamaste – dije preocupado -.

- Pero es que te veo todos los días desde hace más de tres años y casi nunca tengo tiempo de estar con mis padres debido a que siempre están trabajando, en serio necesitaba estar con ellos, además no soy tu novio como para que me estés reclamando por algo que no es de tu incumbencia – me reprochó -.

- Entonces, ¿puedo ser tu novio? – Te susurré al oído, para luego besar tu mejilla muy cerca de tus labios, sentí como te estremecías bajo mis brazos, esa era una buena señal -.

- Inoo-san… aquí no – me suplicaste, pero no quería dejarte, así que comencé a besar tus labios, obteniendo una respuesta inmediata, tímidamente sujetabas mi camisa con tus manos que yacían en mi pecho, no era la primera vez que nos besábamos, inclusive en ocasiones anteriores habríamos podido llegar a más, pero siempre me alejabas, eso no me enojaba, no quería obligarte, solo con saber que me correspondías me hacía feliz; era una sensación maravillosa, sabía que me querías pero no estabas dispuesto a aceptarlo; todo iba tan bien hasta que sonó el timbre indicando el inicio de la siguiente clase, nos quedamos mirando, respirando agitados -.

- Te espero en mi oficina a la hora del almuerzo, tenemos que comenzar con las tutorías – tu solo asentiste, tus mejillas estaban de un color rojo intenso, te robé otro beso de tus labios y saliste rápidamente del salón, espero que algún día logres decir que me amas -.


Estaba exhausto, apenas terminaba la primera hora de clases y ya me quería tirar en cualquier lado para dormir,  todavía no estaba preparado para verlo y para colmo esa era la siguiente clase a la que debía ir, respiré profundo, entré y enseguida un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir aquella mirada sobre mí y no era una cualquiera, sino más bien una llena de deseo, tenía que ser fuerte para no caer.

No podía estar tranquilo, tenía tantas ganas de salir huyendo de ahí, pero no podía mostrarme débil y menos ante él. Pero mis esfuerzos fueron en vano, Yuri se había soltado un poco la corbata y también desabotonado dos botones de su camisa permitiéndome ver un poco más de su níveo pecho, esto no me estaba ayudando en nada.

- Chinen-kun esa no es la forma correcta de llevar el uniforme – dije tratando de ocultar mi nerviosismo -.

- Pero Sensei, está haciendo mucho calor, ¿acaso no lo sientes? – dijiste provocativamente mientras mordías tu labio, pasando tus manos sobre tu cuello, esto definitivamente estaba haciendo que  perdiera el control, habías cambiado tanto en estos años y eso me agradaba, pero no podía estar contigo -.

 - Si no lo haces tú, lo haré yo – y con manos temblorosas, abotoné los botones que estaban sueltos y acomodé el nudo de tu corbata, pero en vez de querer vestirte tenía más ganas de desvestirte, pero era un alivio que estuviéramos en clase, de no ser así te habría atacado – Espero que no se vuelva a repetir -.

- No te preocupes Sensei no lo volveré a hacer – sonreíste con picardía, todo esto hacía que mi autocontrol fallara -.

- E…eso espero – volviendo a retomar la clase, tenía que concentrarme -.


CONTINUARÁ…


Muchas Gracias >w<

8/2/13

~Animal Magic~

Hola :D
aquí les traigo algo que iba a ser un oneshot, pero preferí mejor hacerlo un Twoshot, así que espero pronto traerles el segundo capi y como no se me ocurrió ningún título le puse el nombre de una canción de Kanjani8 que me gusta mucho *o*
Este está dedicado a Hitomi, ya que amablemente me lo pidió XD y ya después este fin de semana espero traerles el capítulo 4 de Seduciendo a mi profesor.
Espero les guste :)


Tema: ~Animal Magic~
Extensión: Twoshot
Parejas: Inoodai
Autora: Akari-chan


Se estaba dando inicio a la semana cultural y varios de los alumnos iban y venían, organizando todo para que quedara perfecto, en cambio yo solo ayudaba en pocas cosas, además mi gran aporte a este evento era mi presentación como pianista y justo hace unos momentos estaba ensayando y salí a tomar algo de aire fresco, al momento de querer volver al salón de música para seguir con lo que estaba haciendo, noté algo que me llamó bastante la atención, era una hermosa chica siendo molestada por un pequeño grupo de estudiantes, corrí rápidamente hacia donde estaban y la tomé del brazo para correr lejos de ese lugar.

Llegamos al salón de música respirando agitados sin dejar de sostener tu brazo, al recobrar completamente el aliento, te miré detenidamente, tenías puesto un hermoso vestido, parecías una delicada princesa de esos cuentos de hadas que me leían de pequeño, mi corazón comenzó a latir fuertemente, no tenía explicación alguna para lo que estaba sintiendo; tímidamente levantaste la mirada encontrando tus ojos con los míos, me sentía abrumado y a la vez feliz.

- No deberías de estar sola por aquí – sonreí – al ser este un Instituto de varones, muchos al ver a una hermosa chica como tú se les alborotan las hormonas – sonreíste y esto hizo que mi corazón se acelerara mucho más -.

- Gracias – sonreíste de nuevo – pero no soy una chica, soy… un chico – desviaste la mirada, yo mientras quedé sorprendido por tal declaración -.

- Y si eres un chico ¿por qué estás vestido así? – pregunté, aún sin quitarse el asombro de mi rostro -.

- Es que seré la princesa en una obra de teatro y… ¡CIERTO LA OBRA! – Gritaste de repente – muchas gracias por tu ayuda pero tengo que irme – y ahí sin más saliste del salón dejándome solo y con mi corazón latiendo aceleradamente -.

Pasó la semana rápidamente, mi presentación había sido todo un éxito y volvíamos todos a tener clase normalmente, pero aún así en ningún momento dejé de pensar en aquel chico misterioso con aquel hermoso vestido, me había cautivado por completo, que idiota fui en no preguntarle su nombre, quería volver a verlo.

Llegó la hora del almuerzo, salí del salón rápidamente, no había desayunado esa mañana y por desgracia se me olvidó llevar mi almuerzo y el hambre comenzaba a hacerse sentir, al llegar a la cafetería noté de inmediato que estaba completamente llena, definitivamente ese no era mi día, así que salí de allí y fui a caminar un poco, el hambre me estaba matando pero no quería entrar en esa gran fila para comprar algo, de repente me tropecé con alguien y caímos los dos al suelo, me levanté primero, extendiéndole mi mano para ayudarlo a levantarse, gran sorpresa me llevé yo al ver su mirada, ni por que pasaran miles de años me olvidaría de ella.

- ¿Tu eres el chico de la otra vez? – asentiste con una enorme sonrisa mientras sujetabas mi mano, a pesar de que llevabas el uniforme del Instituto aún así te veías hermoso -.

- Gracias – dijiste al estar ya de pie – es que estaba distraído – sonreíste -.

- No te preocupes yo también lo estaba – sonreí torpemente, en ese momento pude ver cómo te sonrojabas -.

- Por cierto, me llamo Daiki, Arioka Daiki – decía mientras estrechabas tu mano con la mía, las cuales todavía estaban unidas - la primera vez que nos encontramos no me presenté, fue muy grosero de mi parte.

- No hay problema, igualmente yo tampoco lo hice – sujeté un poco más fuerte tu mano, se sentía tan agradable - Kei, Inoo Kei, mucho gusto en conocerte – dije con voz dulce, pero en ese momento mi estómago comenzó a rugir por el hambre que tenía -.

- Tal parece que estás hambriento – agaché la mirada avergonzado – ven, compartiré mi bento contigo – en ningún momento nuestras manos se habían separado y aprovechando esto tú me guiabas hacía los patios del Instituto, sentándonos bajo la sombra de un gran árbol, en ese momento nuestras manos se soltaron haciéndome sentir un frio desagradable, sacaste dos cajas de bento de tu mochila eso me sorprendió bastante -.

- ¿Por qué traes dos? – pregunté curioso -.

- Es que… suelo comer mucho y pues por eso traigo dos – noté cierto nerviosismo en tu voz pero no le di mucha importancia – pero no hay ningún problema en que te de uno –.

- En verdad no quiero ser una molestia – dije apenado -.

- No es ninguna molestia – sonreíste – toma esto como mi forma de agradecerte el que me hayas ayudado a escapar de esos chicos

- No fue nada, pero en verdad deberías de tener cuidado con eso, te veías realmente hermoso – dije sonriente al recordarlo -.

- Gracias, es que pertenezco al club de teatro y siempre interpreto a los personajes femeninos - acercándome el bento – toma, lo hice yo, espero te guste – lo tomé con gusto, en verdad se veía delicioso -.

- Con razón se me hacía extraño el no haberte visto antes, es que no suelo ir a las obras, siempre estoy ocupado con los ensayos de piano.

- Espero que algún día te animes a ir.

- Lo haré, te lo prometo – guiñándote un ojo -.

- Ahora si comamos que tengo hambre, itadakimasu.

- Itadakimasu – dije alegremente y sin  más comenzamos a comer -.


Me sentía tan feliz y a la vez nervioso al estar tan cerca de Inoo, pero tenía que controlarme, desde que entré a primer año he estado observándolo, siempre tan sonriente y bello, pero por culpa de mi timidez no conseguía acercarme y cada vez que él volteaba a ver a la dirección en donde estaba me escondía y siempre que daba uno de sus conciertos de piano en el Instituto iba sin falta alguna, me alegraba mucho poder escucharlo y ver lo feliz que era al hacerlo, pero al ver que no podía estar junto a él, me di por vencido, pero el día que me rescató de aquellos chicos, hizo que mis sentimientos volvieran a florecer dentro de mí, por fin mi oportunidad de conquistarlo había llegado y no la desaprovecharía.

- Está delicioso – dijiste sonriente – eres un excelente cocinero Dai-chan – sentía como mi rostro se enrojecía al escucharlo llamarme así – perdón, si te molesta si te llamo así.

- Me agrada, Inoo-chan – sonreí, todo esto me hacía muy feliz, este bento lo había hecho especialmente para él, sabía lo olvidadizo que era y por eso se me ocurrió hacerlo, lo conquistaría fuera como fuera.

Pasamos el resto de la hora del almuerzo, comiendo y platicando amenamente, también intercambiamos nuestros números de teléfono, estaba realmente en el cielo, pero todo acabó cuando sonó el timbre indicando que había terminado, amablemente me ayudaste a levantarme y seguimos conversando hasta que me dejaste en mi salón, acariciaste mis cabellos y sonriéndome te alejabas de mí.

CONTINUARÁ…


Muchas gracias >w<